El bicarbonato puede ser sustituido por sal de frutas, o bien por levadura química. Habrá de llenarse medio vaso de agua (pero en seco, sin agua) con el bicarbonato o la levadura. En otro vaso se echa (también hasta la mitad) vinagre común. Una vez preparados estos dos vasos, se pone a calentar en una olla una buena cantidad de agua con sal.
Se vierte el bicarbonato por el sumidero, procurando que entre lo más posible por el hueco. Es importante realizar esta operación cuando la fregadera esté seca, ya que de lo contrario no penetraría bien, quedándose pegado.
Una vez se ha vertido el bicarbonato, se echa encima el medio vaso de vinagre. Entonces veremos que se produce una reacción efervescente, producto de la unión del vinagre con el bicarbonato.
Hay que echar lentamente el vinagre, procurando que llegue a tocar todas las partes del sumidero y el principio del tubo de la cañería. Se deja actuar la mezcla durante un cuarto de hora o veinte minutos, tras lo cual se echa el agua caliente con la sal. Así quedaría eliminado el atasco, siempre que sea leve.